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¿De dónde proviene el humo del cigarrillo electrónico?

Hora de lanzamiento:2025-11-10 14:03:20Vistas:

Para los vapeadores y entusiastas de la industria, la pregunta de "de dónde proviene el vapor de los cigarrillos electrónicos" es más que una simple curiosidad: es fundamental para comprender cómo funciona el vapeo. A diferencia de los cigarrillos tradicionales, que queman tabaco para producir humo, los cigarrillos electrónicos generan un vapor (a menudo llamado "aerosol") mediante un preciso proceso de atomización. Este artículo explica la ciencia detrás de la producción de vapor, los componentes clave que impulsan la atomización y los últimos avances tecnológicos que están transformando la experiencia de vapeo.


¿Qué es exactamente el vapor de los cigarrillos electrónicos?


Primero, es fundamental aclarar: el "humo" de los cigarrillos electrónicos no es humo en absoluto. Se trata de un fino aerosol compuesto por diminutas gotas de líquido (de 0,5 a 1,5 micrómetros) suspendidas en el aire. Estas gotas se forman cuando el líquido para cigarrillos electrónicos se calienta a una temperatura que lo convierte de líquido a vapor respirable, sin combustión.


El humo del cigarrillo tradicional contiene más de 4000 sustancias químicas nocivas procedentes de la combustión del tabaco, mientras que el vapor del cigarrillo electrónico se deriva exclusivamente de los componentes del líquido. Esta diferencia fundamental explica por qué el vapeo se ha convertido en una alternativa popular para los fumadores que buscan evitar el alquitrán y el monóxido de carbono.


El núcleo de la atomización: Cómo producen vapor los cigarrillos electrónicos


En esencia, la atomización del cigarrillo electrónico es un proceso que convierte la energía eléctrica en energía térmica para vaporizar el líquido. A continuación, se detalla el proceso paso a paso:


1. Activación del sistema


Al inhalar de un cigarrillo electrónico, un sensor de flujo de aire detecta la succión y activa el dispositivo. La batería suministra energía al atomizador, el "motor" del cigarrillo electrónico. Algunos dispositivos utilizan un botón de activación manual, pero la transferencia de energía básica es la misma.


2. Calentamiento del núcleo de atomización


El componente clave del atomizador es el núcleo de atomización (o "bobina"), que generalmente está hecho de materiales de grado médico como acero inoxidable SUS 316L, níquel o titanio. Cuando la electricidad fluye a través de la bobina, esta se calienta rápidamente, normalmente a una temperatura entre 200 y 300 °C (mucho menor que los 800 °C de la combustión del tabaco).


3. Vaporización del líquido electrónico


La bobina caliente entra en contacto con el líquido electrónico, que es absorbido por la bobina mediante un material absorbente (a menudo algodón orgánico o cerámica). Al tocar la bobina caliente, la tensión superficial del líquido disminuye y este se vaporiza en diminutas gotas. Estas gotas son transportadas por el flujo de aire inhalado, formando el vapor visible.


Principio de atomización del cigarrillo electrónico


Componentes clave para la atomización


Tres componentes trabajan en armonía para lograr una atomización eficaz; si falta alguno, el proceso falla:


1. El núcleo de atomización


El núcleo de atomización es la parte más importante, ya que determina la calidad del vapor, la precisión del sabor y la vida útil del dispositivo. Dos tecnologías dominan el mercado actualmente:


Núcleo cerámico: Popular en sistemas de cápsulas por su reproducción pura del sabor y su fiabilidad. La estructura porosa de la cerámica garantiza un calentamiento uniforme y una producción de vapor constante.


Núcleo de malla de acero inoxidable: Innovaciones como NotchCoil Mini (un diseño compacto de malla cuadrada-redonda) ofrecen un 50 % más de superficie de calentamiento que las resistencias tradicionales, lo que permite un calentamiento más rápido y una atomización más uniforme. El acero inoxidable SUS 316L de grado médico aporta seguridad y capacidad de control de temperatura inherente.


2. Líquido electrónico: La fuente del vapor


El líquido electrónico es la base de la producción de vapor y tiene cuatro componentes principales:


Glicerina vegetal (VG): Un aditivo alimentario espeso y dulce que genera la mayor parte del vapor. Mayor proporción de VG significa nubes más grandes y densas.


Propilenglicol (PG): Un excipiente ligero, aprobado por la FDA, que realza el sabor y proporciona la sensación en la garganta similar a la del cigarrillo.


Nicotina: Opcional (disponible en concentraciones de 0 mg, 6 mg, 12 mg y 18 mg) para satisfacer las ansias de vapear. Afecta la intensidad de la sensación en la garganta, pero no influye directamente en el volumen de vapor.


Aromatizantes: Aromatizantes de grado alimenticio que crean la diversidad de sabores del vapeo, desde frutas hasta mezclas de tabaco.


3. La batería


Las baterías suministran la energía necesaria para calentar la resistencia. Para sistemas de cápsulas pequeñas, las baterías compactas de polímero de litio proporcionan suficiente energía para una atomización eficiente, mientras que los dispositivos mod más grandes ofrecen ajustes de potencia para optimizar la producción de vapor.


Tecnologías de atomización avanzadas: Control de temperatura


Los cigarrillos electrónicos modernos suelen incorporar la tecnología de control de temperatura (TC), que optimiza la calidad y la seguridad del vapor. El TC funciona midiendo la variación de la resistencia de la bobina a medida que se calienta (mediante el coeficiente de temperatura de resistencia o TCR del material). Cuando la bobina alcanza la temperatura establecida (normalmente entre 200 y 220 °C), el dispositivo ajusta la potencia para mantenerla.


Esta tecnología evita el sobrecalentamiento, conserva el sabor (al evitar la degradación térmica del líquido) y reduce el riesgo de caladas secas. Las bobinas de acero inoxidable, como las SUS 316L, son ideales para el TC, ya que su TCR estable permite una regulación precisa de la temperatura.


Factores que influyen en la producción de vapor


No todas las experiencias de vapeo son iguales; varias variables afectan a la cantidad y la calidad del vapor producido:


Resistencia de la bobina: Las bobinas de menor resistencia (por ejemplo, de 0,1 a 0,5 Ω) consumen más energía, generando más calor y nubes de vapor más densas.


Formulación del e-líquido: Las mezclas con predominio de VG producen un vapor más denso, mientras que las de alto contenido en PG generan aerosoles más finos con un sabor más intenso.


Material de la mecha: Las mechas de algodón orgánico ofrecen un sabor intenso, mientras que las de cerámica proporcionan una mayor vida útil y un rendimiento constante.


Diseño del flujo de aire: Las entradas de aire más amplias diluyen el vapor para caladas más frescas, mientras que el flujo de aire restringido crea nubes más densas.


Potencia del dispositivo: Una mayor potencia aumenta el volumen de vapor, pero conlleva el riesgo de quemar la resistencia si no se equilibra con la viscosidad del e-líquido.


Técnica de uso: Las inhalaciones más largas y constantes permiten una vaporización más completa en comparación con las caladas cortas y abruptas.


Conclusión: La ciencia detrás de cada calada


El vapor del cigarrillo electrónico es el resultado de un proceso sofisticado pero accesible: las baterías alimentan las resistencias, que vaporizan el VG y el PG del e-líquido en un aerosol inhalable. Desde núcleos de cerámica hasta tecnología de malla de acero inoxidable, los avances en la atomización siguen mejorando el sabor, la producción de vapor y la seguridad.


Comprender estos principios no solo satisface la curiosidad, sino que también permite tomar decisiones informadas sobre la selección y el uso de dispositivos de vapeo. A medida que la industria evoluciona, la tecnología de atomización seguirá a la vanguardia, buscando el equilibrio entre rendimiento, seguridad y experiencia del usuario.